Ecología
Quesos Km. 0
En Granja El Parral apostamos por los mercados de proximidad: enfocamos nuestra política de ventas a modo de cumplir con la máxima de los productos denominados “km 0”; es decir, minimizamos la distancia entre productor y consumidor, disminuyendo la huella de carbono, logrando mayor sostenibilidad, ahorro y eficiencia energética; toda vez que fomentando y potenciamos el consumo de productos locales.
Aproximadamente el 90% de nuestra producción se comercializa a través de puestos propios de venta directa que tenemos establecidos en diversos mercadillos de poblaciones de la provincia de Valencia, y el resto en los comercios de nuestro municipio o de algunos otros pueblos de nuestro entorno. (Ver puntos de venta)
Producción Sostenible
En Granja El Parral hacemos un uso eficiente de los recursos y de la energía con el objetivo de cuidar del medio ambiente:
¡Producimos más energía de la que consumimos!
En las queserías se emplean equipos de refrigeración de leche y cámaras frigoríficas para el mantenimiento de los quesos que generan un consumo eléctrico importante, por lo que ya en el año 2005 fuimos de los primeros en aventurarnos a instalar paneles fotovoltaicos de producción eléctrica; unos para el abastecimiento de nuestro propio consumo, y otros para comercializar la energía producida a través de la red de suministro.
Nuestra experiencia con la energía fotovoltaica a resultado muy positiva, y a finales de 2021 hemos ejecutado una nueva inversión para instalar paneles solares en la quesería, siendo acogido este proyecto a las ayudas de IVACE, cofinanciado por la Unión Europea dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2021-2027
Entre la granja y la quesería tenemos cerca de 30.000 w de potencia instalada en paneles solares.
El agua caliente la producimos también mediante un equipo solar-térmico, e incluso hemos llegado a producir electricidad mediante un generador eólico.
Reciclado del suero
Reciclamos el 100% del suero lácteo que se produce en la elaboración de los quesos.
Aproximadamente por cada diez litros de leche empleada para elaborar queso se producen unos ocho litros de suero lácteo.
El suero lácteo es un líquido amarillento que se obtiene tras la separación de la cuajada. Su vertido descontrolado a las redes de saneamiento resulta contaminante para el ecosistema, ya que su alta concentración en nutrientes favorece la proliferación de microorganismos que consumen grandes cantidades de oxígeno, deteriorando la calidad del agua.
El suero a supuesto siempre un problema para las empresas del sector quesero, teniendo que enfrentarse algunas de ellas a duras sanciones económicas por atentado contra el medio ambiente.
El suero lácteo, no obstante, resulta ser una sustancia de gran valor nutritivo, rico en proteínas, vitaminas y minerales; principalmente calcio, fósforo, potasio y magnesio.
Por tanto podemos decir que el suero lácteo resulta ser un perfecto complemento alimenticio que nosotros destinamos en parte para complementar la ración nutritiva del ganado.
Otra aplicación que damos al lacto-suero es su uso para el preparado de abono destinado a fincas agrícolas; el suero mezclado con el estiércol de oveja produce un compost de grandes cualidades para nutrir los terrenos. Además la actividad microbiana que genera el suero produce polipéptidos que cumplen la función de fortalecer el metabolismo de las plantas, haciéndolas más robustas de cara a combatir plagas y enfermedades que pudieran afectarlas. Con este aprovechamiento conseguimos un abonado muy completo, natural y respetuoso con el medio ambiente, como alternativa a los fertilizantes químicos.
Con estos usos que le damos al suero lácteo producido en nuestra quesería contribuimos a no contaminar las aguas de nuestro ecosistema, reciclándolo, e incluso valorizándolo.